Lo cuir como institución

[agarrisonb@haverford.edu]

Los Estados Unidos, como todos los países capitalistas, depende de la institución de la familia nuclear. La familia nuclear consiste de una mujer que se reproduce y que hace trabajo no remunerado, y del hombre (la representación de la autoridad ) que gana el dinero para la familia. Por eso cuando se destruye esta dinámica heteropatriarcal, es una amenaza al estado capitalista. Sin embargo, en Cuba es diferente. La familia nuclear existe para reproducir a personas que apoyan y que representan al estado de modo productivo, y aunque las mujeres tienen más oportunidades en términos de las tareas domésticas socializadas, la masculinidad ya es privilegiada en los ojos del estado porque la masculinidad está vinculada con la producción. Entonces, los hombres que encarnan la feminidad, y/o que son percibidos como improductivos son criminalizados.

Por lo tanto, los hombres homosexuales, según Brad Epps, son vinculados con la prostitución, que es vista como un trabajo improductivo, y por eso ser cuir es una amenaza a la masculinidad hegemónica que requiere la producción. Por eso los campamentos de concentración se enfocaron en el trabajo forzado (cortar la caña de azúcar). Epps escribe, “many Cubans associate homosexuality with pedophilia and prostitution and, more damningly, prostitution to North Americans” (239). Primero, el acto de sexo entre dos hombres es percibido como un acto de penetración–y la penetración es vinculado con lo inferior, lo débil, lo femenino. Además, el estado exige que todos los hombres sean iguales , que todos los hombres sean los penetradores, los dominantes, los soldados y trabajadores del estado. Y cuando uno rompe este binario es una amenaza a la fuerza de Cuba, que no permite esta libertad de expresión.

También, esta cita me recuerda a ¡JUM!, el cuento de Luis Rafael Sánchez. En los dos contextos, lo cuir es vinculado con el colonialismo, en particular el imperialismo de los Estados Unidos. Ser prostituta para un estadounidense es la forma máxima de la subyugación, el opuesto de lo que Cuba exige de sus ciudadanos: fuerza, masculinidad, trabajo, y lealtad.

Es muy interesante y triste la manera en la que los Estados Unidos y Cuba comparten el mismo sentido: que el otro sistema es responsable para la homosexualidad (Cuba cree que la homosexualidad viene de los Estados Unidos y E.E.U.U piensa lo contrario). Y es interesante porque Cuba perpetúa el capitalismo del estado; utiliza a sus ciudadanos para generar las ganancias para reproducir el estado y su autoritarismo.

En este tiempo al menos en los Estados Unidos, ahora vemos que ciertos tipos de personas cuir son aceptadas en dinámicas institucionalizadas. A las personas cuir que son blancas y de clase media ahora se les conceden derechos y son aceptadas de alguna manera en la corriente dominante. Pero este tipo de “cuir” alimenta las dinámicas de la familia nuclear, y el capitalismo. Cada año en Nueva York hay dos “Prides”. Uno es la Queer Liberation March que celebra la cultura e historia cuir, y también la manera de que amenaza al sistema heteropatriarcal y capitalista, y el otro es el Pride March, que está lleno de carrozas que exhiben y anuncian diferentes corporaciones. Para mí es interesante analizar cómo ser cuir ha evolucionado, pero siempre y cuando ser cuir amenaza al sistema como tal, estará criminalizado.

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