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    El cuento, La cara, de Virgilio Piñera, presenta una representación muy complicada del amor. En La Cara, el narrador nunca podrá ver la cara de su querido si quiere mantenerlo en su vida por causa del poder malvado que posee. Al final, para evitar este destino, él decide cegarse a sí mismo para no ser corrompido por su aspecto maligno y tener una vida con él. Esta idea del sacrificio se extrae de la experiencia personal de Piñera en Cuba en los años 50’s.
    Un escritor homosexual, Piñera fue sometido al fanatismo de una sociedad intolerante en la primer parte del siglo 20. Por causa de la interiorización de esta intolerancia, él separó su sexualidad del amor en una práctica que llamó “sexuating”. Uno de sus amigos, Antón Arrufat dijo que “he went to bed two or three times a week with one of his regulars, to whom he paid small amounts of money …. Paying his “regulars” did not compromise him or link him sentimentally. It was like paying for a service.” (Quiroga, 119) En esto, Piñera sacrificó el prospecto del amor para protegerse. Este acto puede estar vinculado con La cara.
    En La cara, el rostro del hombre representa el miedo de Piñera con respecto al amor romántico. Él explica al protagonista que cosas horribles han sido cometidos por las personas que vieron su rostro cautivador. Dice que “por ella se han sepultado cuchillos en el corazón y veneno en las entrañas. Algunos se han ido a remotos países a hacerse matar en lucha.” (Piñera, 60) En esta descripción, el hombre presenta el peligro en que el protagonista estaría si se enamorara de su cara — la cara de otro hombre. A través de esto, el lector puede ver la manera en que “revolutionary cultural institutions did not allow [Piñera] to forget that homosexuality was not to be relegated into the space of the innocuous.” (Quiroga, 119) En la cara, el protagonista está en peligro por causa del riesgo de ver la cara, enamorarse de un hombre.
    Al final del cuento, el narrador hace un sacrificio, como Piñera, para tener la vida que desea. Él dice : “me había saltado los ojos para que su cara no separase nuestras almas.” (Piñera, 62) Cuando remueve sus ojos, él es libre de estar con su amante en “su salón lleno de luces, con las caras frente a frente” sin miedo ni inhibición (Piñera, 62). Este acto permite al protagonista preservarse del peligro que ha sucedido a las víctimas anteriores, ciegándolo del amor violento. En el mismo vano, por causa del peligro inherente de ser homosexual en este tiempo, para sentirse cómodo expresarse Piñera consideró que tenia que sacrificar algo — el amor romántico. A través de “sextuating,” él cumplió este sacrificio y estableció la “distinction between sex and mind.” (Quiroga, 119) La cara ofrece al lector un vistazo a la mentalidad de Piñera, explicando un poco más de dónde se manifestó su práctica de “sextuating” y el peligro que se sintió siendo él mismo.
    Bibliografia:
    Quiroga, J. (2000). Chapter 4. In Tropics of desire: Interventions from queer Latino
    America (pp. 101-123). New York, NY: New York Univ. Press.

    Piñera, V., & Travieso, J. (2006). Cuentos fríos. México, D.F.: Lectorum.

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